• II Dalai Lama

Gendun Gyatso, el Segundo Dalai Lama

El único Dalai Lama “autoproclamado”, ya que nadie esperaba que el 1er. Dalai Lama reencarnara. Llegó a ser abad de Drepung y Sera. Cumplió la profecía de descubrir el “Lago de las Visiones”.

Por E., C. S.

Cuando el Primer Dalai Lama murió en 1475, se dirigió a la tierra pura de Tushita. Ahí preguntó al Buda Maitreya, a Dipamkara Atisha y a Lama Tsong Khapa, dónde debería reencarnar para el beneficio de los seres sintientes. Lama Tsong Khapa dejó caer dos flores sobre la tierra: una fue a dar a China, la otra caería al sudoeste del Tíbet…

Los primeros años

Unos años más tarde, mientras un niño pequeño era reprendido por su madre, cantó unos versos:

Madre, no me reprendas, antes bien, rézame,
incluso en este instante,
hay muchos seres que me envían sus oraciones.
reprenderme no es sino karma negativo en juego;
rezarme es plantar las semillas de la liberación.

Alguna gracia habrá causado a su madre, pues ella recopiló estas canciones. No eran raras en él y algunas contenían profecías de su vida por venir. Era un niño muy singular que siempre jugaba a ser un gran lama. Colocaba piedras para hacerse un elevado trono y desde ahí impartir enseñanzas a …otras piedras. De diversas formas se refería a sí mismo como el Primer Dalai Lama. Además, siempre decía a quien quisiera escucharlo que tenía que partir a Tashi Lumpo, el monasterio que fundó el Primer Dalai Lama. Durante su niñez tuvo diversas visiones y estados de trance.

Hasta los once años fue educado por su padre, un gran lama por derecho propio, quien le otorgó diversas iniciaciones tántricas que recitaba diariamente, como la práctica del Chod, el Mahamudra, las Seis Yogas de Naropa, etc. Es el único Dalai Lama a quien no se le buscó oficialmente, sino que él mismo se proclamó como tal, pues la tradición a la que pertenece el Dalai Lama, la Guelupa, estaba recién formada y no se había dado el fenómeno de la reencarnación dentro de ella. Ni su fundador Ye Tsong Khapa, ni sus cuatro discípulos principales habían elegido esta vía para ayudar a los seres sintientes. Es decir, nadie esperaba al Segundo Dalai Lama.

Tashi Lumpo

La noticia de que el Primer Dalai Lama había reencarnado, recorrió el Tíbet hasta llegar a oídos del gran maestro Chojor Palzang. Discípulo del Primer Dalai Lama, Chojor Palzang tuvo una visión. En un sueño escuchó una voz que le decía: “De entre todas las maravillas del mundo, una es suprema: la reencarnación del Omnisciente Gendun Drubpa”. Decidió ir a buscar al niño y, al encontrarlo, quedó impresionado. Regresó con una delegación del monasterio y un año más tarde el niño recibió una invitación informal para ir a Tashi Lumpo. Ahí reconoció a muchas personas y lugares, recordando su vida pasada. Aún era muy pequeño, por lo que se decidió que lo siguiera educando su padre. En 1487 se estableció en el monasterio y la tradición de las reencarnaciones de los Dalai Lama quedó establecida.

En Tashi Lumpo, su vida giro alrededor de los estudios: memorización de textos, debates y retiros de meditación. También continuó con sus estudios de Tantra, incluyendo la transmisión del Kalachakra. Además, recibió los comentarios completos de las obras del Primer Dalai Lama. Poco después de que Gendun Gyatso ingresara al monasterio, Panchen Yeshey Tselmo ocupó el cargo de abad. Éste le daría numerosas iniciaciones y se convertiría en uno de sus lamas principales.

A partir de 1492, el Segundo Dalai Lama empezó a realizar giras de enseñanzas a diversos monasterios, muchos de ellos relacionados con su encarnación anterior. Para su sorpresa, al regresar de una de estas giras no fue bien recibido en su monasterio y empezó a sentir muchas dificultades. Se dan varias explicaciones para esto. La primera es que el abad y los administradores del monasterio pensaban que pronto los reemplazaría y con esto perderían sus privilegios. Otra explicación dice que el Segundo había atraído de alguna forma la ira de un espíritu cercano que empezó a provocarle diversos obstáculos. Según la última explicación, el abad sabía que Gendun Gyatso debía llevar a cabo grandes tareas, pero que mientras estuviera plácidamente en Tashi Lumpo no las cumpliría. El Segundo Dalai Lama no sabía qué hacer, pero entonces llegó la respuesta: una invitación para que estudiara en el monasterio de Drepung Loseling. Aceptó gustoso, pues ya hacía tiempo que pensaba en ir a una de las grandes universidades monásticas del Tíbet. Drepung, Sera y Ganden son los principales monasterios de budismo tibetano, por ello se les llama “los tres pilares”.

A su partida, compuso la siguiente canción:

Amigos y estudiantes, no hay necesidad de lágrimas,
pues sólo me alejo una corta distancia,
al monasterio de Drepung, a cumplir mi destino…

A estudiar con el gran lama Jamyang Lekpa Chojor,
un hijo espiritual del mismo Buda Maitreya,
un maestro con el que tengo antiguos lazos kármicos…

Todo lo que se une, un día se separa;
al final de cada siembra, viene la cosecha
y el ciclo comienza nuevamente.
Esta es la ley de la naturaleza…

Recuerden que la vida es inestable, rápidamente cambia,
como el clima en medio de una tormenta de relámpagos;
por lo tanto, hagan firmes los poderes de su mente,
el único amigo que siempre los acompaña,
enriquézcanla con las joyas
de un espíritu generoso y de la disciplina interior…

Recuerden que las huellas de todas nuestras acciones
siguen a la mente, como la sombra al cuerpo,
por eso siempre eviten los caminos negativos
y cultiven un espíritu de bondad creativa;
mantengan su mirada fija en las cosas que benefician para siempre…

Este, mis amigos, es mi consejo de despedida,
síganlo como un recuerdo mío
y pronto nos volveremos a encontrar.

Drepung Loseling

El gran lama Jamyang Lekpa Chojor soñó que una gran esfera de luz venía desde el oeste, entraba a su habitación, la iluminaba completamente y desde ahí recorría el Tíbet por completo, disipando toda oscuridad. “Mi discípulo principal pronto llegará”, pensó. Era el Segundo Dalai Lama, quien se dedicaría a intensos estudios. Repasó todo lo aprendido en Tashi Lumpo y completó sus estudios filosóficos superiores en un plazo de tres años, lo que normalmente le lleva veinte años a un monje ordinario.

Terminando sus estudios. realizó extensos viajes de peregrinación para meditar en los lugares bendecidos por los grandes lamas del pasado, estudió con importantes yoguis e impartió enseñanzas en diversos monasterios de todas las ramas del budismo tibetano. Muchos sueños, visiones y signos auspiciosos ocurrieron durante estos eventos.

El Lago de las Visiones, Lamho Latso

Guru Padmasambhava y Jowo Atisha, grandes maestros del pasado, profetizaron que sería descubierto un lago místico, un lugar secreto de gran virtud, Lamho Latso (el Lago de la Diosa), y que ahí se fundaría un monasterio. El Segundo Dalai Lama estaría destinado a realizar dicho descubrimiento. Durante sus numerosos viajes de enseñanza, uno de los reyes locales le pidió la construcción de un monasterio en la región de Gyal, a lo cual accedió. Con esto comenzaría la obra del monasterio de Chokhor Gyal, durante cuya edificación ocurrieron varios signos auspiciosos. Una vez terminado, el Segundo Dalai Lama realizó una ceremonia de oración durante diez días junto con otros trescientos lamas. Varios días después tuvo un sueño en donde se le apareció una mujer y le dijo: “En tiempos negativos hay olas de sufrimiento y muchos obstáculos para los caminos verdaderos; las visiones inspiradas por este lago pueden servir de guía, pues tiene la virtud de ofrecer imágenes proféticas”. Durante las siguientes semanas continuó teniendo sueños acerca del lago y comprendió que éste era una residencia de Palden Lhamo, un protector airado que habían propiciado tanto él como su encarnación pasada.

Entonces el Segundo Dalai Lama forjó una espada con metal de un meteorito encontrado en las excavaciones para la construcción del monasterio. La espada serviría de “llave” para abrir el poder del lago. Asistido por diez yoguis, celebraron ahí las ceremonias de invocación y empoderamiento. Al terminar, lanzaron la espada a las profundidades. El color del lago se transformó en cada uno de los colores del arcoiris, aparecieron imágenes de mandalas y se volvió tan claro como el cielo.

Lamho Latso ha permanecido como un lugar sagrado a donde muchos lamas peregrinan para tener visiones proféticas. Su visiones se consideran las más confiables y a sus orillas se han buscado pistas de las reencarnaciones de los grandes lamas. Este fue uno de los legados más importantes del Segundo Dalai Lama.

Poco tiempo después, Gendun Gyatso recibió una carta del abad de Tashi Lumpo en donde le pedía que regresara y tomara su lugar en el monasterio. La noticia llenó de alegría al Segundo Dalai Lama, para quien todas las intrigas que había sufrido antes sólo eran una prueba a la devoción por su maestro. Se apresuró a regresar y fue recibido con todos los honores.

Abad de Drepung

En 1517 se le ofreció el cargo de abad de Drepung y lo aceptó. Desde ahí su influencia crecería por toda Asia Central. A Drepung acudían a estudiar los más destacados alumnos de monasterios menores de la región. Una de las primeras tareas que realizó fue recuperar el festival del Monlam para la tradición Guelupa.

El Monlam es el “gran festival de oración” al comienzo del año nuevo tibetano Establecido por Tsong Khapa, fundador de los Guelupa, es considerado como una de las festividades más importantes del mundo tibetano y brinda paz y prosperidad al mundo entero. Sin embargo, a la muerte de Tsong Khapa, los Kagyur se adueñaron del festival. El Segundo Dalai Lama habló con el rey de Lhasa para que se restituyera a los Guelupa. Así se hizo.

Además, el rey le otorgó el Gandem Podrang, un edificio localizado dentro de Drepung Loseling que constituye virtualmente un monasterio dentro de un monasterio, el cual se convertiría en la residencia principal de los futuros Dalai Lamas, hasta que el Quinto Dalai Lama construyó el Potala.

Más tarde, se le solicitó que también aceptara el cargo de abad en otro de los grandes monasterios, Sera. Aceptó con gusto también. Repartió su tiempo entre Tashi Lumpo, el área de Lhasa y el monasterio de Chokhor Gyal. Vivió hasta 1542, aunque ya desde un año antes había dejado claro que era tiempo de partir. Murió en la postura de la meditación después de haber absorbido las energías y finalmente llegando a la clara luz del Dharmadathu. Con esto demostraba a sus discípulos que había logrado la completa y perfecta Iluminación.

Bibliografía

Glenn H. Mullin. Mystical Verses of a Mad Dalai Lama. Wheathon, Illinois: Quest Books, 1994.
Glenn H. Mullin. The Fourteen Dalai Lamas. A Sacred Legacy of Reincarnation. Santa Fe, New Mexico: Clear Light Publishers, 2001.

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